Es importante abordar este tema con precisión y cuidado médico.
Señales que merecen atención médica:
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Pérdida de peso inexplicable (sin cambios en dieta o ejercicio)
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Fatiga persistente que no mejora con el descanso
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Dolores persistentes sin causa aparente
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Bultos o engrosamientos en cualquier parte del cuerpo
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Cambios en la piel (coloración, lunares nuevos o que cambian)
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Cambios en hábitos intestinales o urinarios persistentes
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Dificultad para tragar persistente
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Sangrado o secreciones inusuales
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Heridas que no sanan
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Tos o ronquera persistente
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Sudores nocturnos profusos
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Hinchazón abdominal persistente
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Cambios en los senos (bultos, piel de naranja, secreciones)
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Acidez estomacal persistente
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Dolor de cabeza persistente e inusual
Es fundamental entender que: