Si bien la debilidad en las piernas es común con la edad, a menudo es reversible. Mantenerse activo es la mejor defensa contra la pérdida muscular y los problemas relacionados.
También es importante abordar los problemas de salud crónicos y cuidar la salud de la espalda. Por último, el apoyo emocional y la motivación marcan una gran diferencia.
Ejercicios sencillos para hacer en casa

- Levantarse de una silla: Practica levantarte de una silla y volver a sentarte lentamente para fortalecer las piernas. Si te resulta difícil, usa una silla más alta o coloca un cojín en el asiento y ve aumentando la altura poco a poco sin usar las manos.
- Zancadas: Este ejercicio trabaja cada pierna por separado y pone a prueba tu equilibrio. Da un paso adelante, baja suavemente la rodilla de atrás y vuelve a subir. Si es necesario, sujétate a una superficie.
- Caminar: Caminar es sencillo pero muy beneficioso. Empieza en una superficie plana y usa un bastón o andador si necesitas estabilidad. Ve aumentando la distancia poco a poco y, cuando te sientas con confianza, prueba con pequeñas cuestas o senderos.
Recuerda siempre: cualquier movimiento es mejor que ninguno, y la constancia es fundamental para mantener las piernas fuertes y la independencia a medida que envejeces. Si no sabes por dónde empezar, no dudes en pedir ayuda a un médico, un fisioterapeuta o un amigo. ¡Te lo agradecerás en el futuro!