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- Ennegrezca suavemente la piel exterior de la vaina sobre una llama.
- Colócalo en tu recipiente y deja que difunda su fragancia.
- Para aplicación local (tipo calmante), esperar a que se enfríe, retirar la piel quemada y colocarlo suavemente sobre la zona afectada.
¿Por qué lo adoptamos fácilmente?
- Es muy sencillo : un solo diente, unos segundos y listo.
- Es natural : sin químicos ni aparatos innecesarios.
- Es económico : un ingrediente ya presente en la cocina.
- Y lo más importante, funciona : purificación, calma, atmósfera relajante… todo en un solo y sencillo paso.