Colesterol alto: el enemigo silencioso que no siempre muestra su rostro.

1. Gachas de avena con crema de manzana “Esponja anticolesterol”

Ingredientes: 4 cucharadas de copos de avena, 1 manzana verde con piel (picada), 1 cucharadita de canela molida, 1 cucharada de semillas de chía o linaza molida, 250 ml de agua o leche vegetal sin azúcar.

Preparación: Cocina la avena y la manzana en el líquido a fuego medio durante 8 a 10 minutos, hasta que estén tiernas. Añade la canela y las semillas y mezcla suavemente hasta obtener una textura cremosa.

Instrucciones de preparación: Consuma esta mezcla en el desayuno al menos 5 veces por semana. La fibra soluble de la avena y las manzanas (pectina) es científicamente conocida por ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL ("malo"). La canela aporta un extra de antioxidantes.

2. Salmón al horno con ensalada de aguacate y quinoa

Ingredientes: 1 filete de salmón (rico en omega-3), ½ aguacate picado, 1 taza de quinoa cocida, 1 puñado de espinacas frescas, jugo de limón y aceite de oliva virgen extra para sazonar.

Preparación: Hornea el salmón con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y zumo de limón a 180 °C durante 15 minutos. Mientras tanto, mezcla la quinoa cocida y fría con el aguacate y las espinacas. Aliña con limón y aceite de oliva virgen extra y sirve con el salmón.

Instrucciones de preparación: Este plato debería ser un elemento básico en sus almuerzos o cenas, de 2 a 3 veces por semana. Los ácidos grasos omega-3 del salmón ayudan a aumentar el colesterol HDL ("bueno") y a reducir los triglicéridos, mientras que la fibra de la quinoa y el aguacate aporta grasas monoinsaturadas beneficiosas.