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Pela y machaca o pica finamente los dientes de ajo. Deja reposar durante 10-15 minutos para que se libere la alicina.
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Mezcla el ajo machacado con el aceite que elijas.
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Déjalo macerar en un frasco de vidrio limpio durante 24 a 48 horas.
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Puedes colarlo o usar el aceite directamente con los trozos de ajo.
Aplicaciones Específicas por Zona Afectada
1. Para los Hongos en las Uñas de Manos y Pies (Onicomicosis)
Esta es una de las aplicaciones más comunes, pero requiere constancia.
Método 1: Baño de Ajo
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Pica de 5 a 10 dientes de ajo y agrégalos a un recipiente con agua tibia.
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Sumerge las manos o los pies afectados durante 20-30 minutos.
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Seca muy bien, especialmente entre los dedos.
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Repite diariamente.
Método 2: Aceite de Ajo Directo
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Aplica el aceite de ajo casero directamente sobre la uña afectada, asegurándote de que penetre bien debajo de la uña.
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Déjalo actuar el mayor tiempo posible (idealmente toda la noche). Puedes cubrir la uña con una venda o un guante de algodón.
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Repite 2 veces al día.
2. Para los Hongos en los Pies (Pie de Atleta)
Método: Polvo de Ajo Seco
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Tritura un diente de ajo hasta hacerlo polvo (o usa ajo en polvo puro).
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Espolvorea este polvo en tus calcetines y zapatos, y directamente sobre los pies secos, especialmente entre los dedos.
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El ajo en polvo absorbe la humedad y combate el hongo directamente.
Método: Masaje con Aceite de Ajo
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Después del baño y con los pies bien secos, masajea suavemente las zonas afectadas con el aceite de ajo casero.
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Déjalo absorber. Usa calcetines de algodón limpios.
3. Para los Hongos en la Piel (Tiña, Dermatofitosis)
Método: Cataplasma de Ajo (¡Cuidado con la piel sensible!)
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Machaca un diente de ajo fresco hasta formar una pasta.
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Aplica la pasta directamente sobre la zona afectada.
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¡Precaución! Déjalo actuar solo durante 10-20 minutos la primera vez para comprobar la tolerancia de tu piel. Si no hay irritación, puedes dejarlo hasta 30 minutos.
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Enjuaga con agua abundante. Repite una vez al día.
Alternativa Suave: