Este pan dulce esponjoso, dorado y aromático es una versión casera ideal para las fiestas.
Con frutas confitadas, pasas y un toque cítrico, tiene una miga suave y húmeda, perfecta para acompañar un mate o un café.
Ingredientes
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500 g de harina de trigo
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100 g de azúcar
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10 g de levadura seca
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150 ml de leche tibia
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3 huevos
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100 g de manteca a temperatura ambiente
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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1 cucharadita de ralladura de naranja
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150 g de frutas confitadas
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50 g de pasas
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Pizca de sal
Preparación
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En un bol grande mezclá la levadura con la leche tibia y una cucharadita de azúcar. Dejá reposar 10 minutos hasta que espume.
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Agregá los huevos, el resto del azúcar, la ralladura de naranja y la esencia de vainilla. Mezclá bien hasta integrar.
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Incorporá de a poco la harina tamizada junto con la pizca de sal, formando una masa suave y ligeramente pegajosa.
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Añadí la manteca blanda en trozos pequeños y amasá hasta que se absorba completamente. La masa debe quedar lisa y elástica.
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Cubrí el bol con un paño y dejá reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
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Una vez levada, incorporá las frutas confitadas y las pasas, amasando suavemente para distribuirlas de forma pareja.
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Dividí la masa en porciones y colocá cada una en moldes individuales (tipo flanera o de pan dulce chico) previamente enmantecados.
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Dejá levar nuevamente durante 30 minutos, cubiertos con un paño limpio.
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Pincelá con huevo batido y espolvoreá un poco de azúcar gruesa por encima.
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Horneá en horno precalentado a 180 °C durante 25 a 30 minutos, hasta que estén bien dorados y al golpear la base suene hueco.
Tips y consejos: