La tiroides es una glándula clave para el metabolismo y la regulación hormonal. Sin embargo, ciertos alimentos pueden afectar su funcionamiento, causando inflamación o dificultando la producción de hormonas tiroideas. A continuación, te mostramos cuáles son los alimentos que pueden inflamar la tiroides y por qué deberías moderar su consumo.
1. Alimentos bociogénicos
Estos alimentos contienen sustancias llamadas bociogénicos, que pueden interferir en la absorción del yodo, un mineral esencial para la producción de hormonas tiroideas.
- Crucíferas crudas: Col, brócoli, coliflor, repollo, nabo, rábano y coles de Bruselas. Aunque su consumo moderado cocido no genera problemas, en grandes cantidades y crudos pueden dificultar la función tiroidea.
- Soja y derivados: Tofu, leche de soja y edamame pueden afectar la absorción de yodo y la conversión de T4 a T3, las hormonas tiroideas activas.
2. Gluten
El gluten, presente en el trigo, cebada y centeno, puede ser problemático para personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca. En algunos casos, el gluten puede generar inflamación crónica y desencadenar o empeorar enfermedades autoinmunes de la tiroides, como la tiroiditis de Hashimoto.
3. Azúcares refinados y carbohidratos procesados
El consumo excesivo de azúcares refinados y carbohidratos procesados, como pan blanco, galletas y pasteles, puede generar inflamación en el cuerpo y desbalancear el metabolismo, afectando negativamente la tiroides.
4. Aceites vegetales refinados
Aceites como el de maíz, soya y girasol contienen ácidos grasos omega-6 en exceso, lo que puede aumentar la inflamación en el cuerpo y afectar la función tiroidea. Se recomienda optar por grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate y frutos secos.