El ajo mata 14 tipos de bacterias: el antibiótico natural que necesitas conocer.

Bacillus cereus

Campylobacter jejuni

Mycobacterium tuberculosis

Enterococcus faecalis

Shigella spp.

Proteo mirabilis

Vibrio cholerae

Algunas de estas bacterias son responsables de infecciones digestivas, respiratorias, urinarias, cutáneas y sistémicas.

¿Cómo actúa el ajo contra estas bacterias? 1. Destruye la pared celular.
Los compuestos del ajo penetran la membrana bacteriana y la debilitan, provocando la muerte celular.

2. Inhibe la replicación.
El ajo interfiere con la replicación del ADN bacteriano, impidiendo la reproducción bacteriana.

3. Interfiere con la comunicación bacteriana.
Algunas bacterias se comunican entre sí mediante señales químicas (detección de quórum) para coordinar las infecciones. El ajo interrumpe esta comunicación.

4. Activa el sistema inmunitario.
Estimula la producción de linfocitos y macrófagos, células inmunitarias que combaten los microorganismos invasores.

Ajo versus antibióticos: ¿cuál es mejor?

Si bien los antibióticos sintéticos son eficaces en casos graves, su uso excesivo ha generado un problema creciente: la resistencia bacteriana. Cada vez más cepas no responden a los medicamentos comunes. En cambio, el ajo no induce fácilmente esta resistencia y es eficaz contra una amplia gama de microorganismos.

Además:

No provoca efectos secundarios graves como los antibióticos químicos.

No daña la flora intestinal cuando se consume con moderación.

Fortalece el sistema inmunológico en lugar de debilitarlo.

Por estas razones, muchos expertos en medicina natural recomiendan el uso del ajo como medida preventiva o como complemento a los tratamientos con antibióticos.

¿Cómo se puede consumir ajo para aprovechar sus efectos antibacterianos?

Crudo, machacado o picado:
La mejor manera de obtener alicina es machacar el ajo y dejarlo reposar durante 10 minutos antes de consumirlo. Esto activa la enzima aliinasa, que transforma la aliína en alicina.

Dosis recomendada: 1 a 2 dientes de ajo crudo al día.

Ajo con miel:
Ideal para infecciones respiratorias y digestivas. Mezclar ajo machacado con una cucharada de miel y tomar en ayunas.

Ajo con limón:
Un potente estimulante del sistema inmunitario. Machaca dos dientes de ajo y mézclalos con el zumo de medio limón en un vaso de agua tibia. Tómalo antes de acostarte.

Infusión de ajo:
Hierve 2 dientes de ajo en una taza de agua durante 5 minutos. Si lo deseas, añade jengibre y miel. Esta infusión es excelente para resfriados, bronquitis y faringitis.

aceite de ajo