Calienta un vaso de agua tibia (250 ml), a temperatura agradable.
Añade el jugo de medio limón fresco.
Incorpora ½ cucharadita de sal marina o rosada.
Agrega 2 cucharadas de semillas de linaza (enteras o molidas).
Revuelve bien hasta integrar.
Si deseas un efecto más fuerte, deja reposar 10 minutos antes de beber.
Bebe lentamente, idealmente por la noche.
Modo de consumo recomendado
Toma un vaso antes de dormir durante 3 días consecutivos.
Puedes repetir el proceso 1 vez al mes para un “reset” digestivo.
No excedas 5 días seguidos para evitar desequilibrios.
Beneficios que notarás desde el primer día
Limpieza profunda del intestino: la fibra de la linaza arrastra desechos acumulados.
Alivio del estreñimiento: el mucílago suaviza las heces sin causar irritación.
Reducción de gases: el limón y la linaza ayudan a expulsarlos y evitar su formación.
Vientre más plano: disminuye la inflamación y la retención de líquidos.
Digestión más ligera: estimula enzimas digestivas y mejora la absorción.
Sensación de bienestar: el intestino limpio influye en el estado de ánimo.
Por qué funciona tan bien