Durante la actividad física, el cuerpo suda más y la fricción aumenta, lo que puede causar irritaciones o infecciones si se usa la prenda inadecuada. Lo ideal es optar por ropa interior de algodón o tejidos deportivos transpirables que eliminen la humedad. También es importante cambiarse de ropa inmediatamente después de entrenar, ya que permanecer con prendas sudadas puede alterar el equilibrio natural de la flora vaginal.
Algunas mujeres prefieren no usar ropa interior debajo de la ropa deportiva para evitar rozaduras, y aunque esto puede ser válido en algunos casos, siempre es importante mantener una higiene adecuada antes y después del ejercicio.
El papel de la higiene íntima y los cambios frecuentes
Usar la misma ropa interior por largos periodos, incluso si parece limpia, puede ser perjudicial. Lo ideal es cambiarla todos los días, y en días de calor o actividad intensa, hacerlo más de una vez. Además, es fundamental lavarla correctamente, preferiblemente a mano, con jabones suaves y sin suavizantes que puedan dejar residuos irritantes.
Secarla completamente antes de guardarla es otro paso que no se debe pasar por alto, ya que la humedad en las fibras puede favorecer el desarrollo de hongos. Guardarlas en un lugar seco y ventilado también ayuda a mantenerlas libres de bacterias.
El tipo de diseño también influye en la salud íntima
Aunque la ropa interior tipo “tanga” o “colaless” puede resultar atractiva y cómoda para algunas, no es recomendable para el uso diario. Este tipo de prenda puede facilitar el paso de bacterias desde el área anal hacia la vaginal, aumentando el riesgo de infecciones.
Por eso, se sugiere reservarlas para ocasiones específicas y optar por estilos más tradicionales como las bikini o las de corte clásico para el día a día. Estos modelos ofrecen mejor cobertura y reducen el roce, manteniendo el área íntima más protegida.
Durante el ciclo menstrual: elegir con más cuidado
Durante los días del periodo menstrual, la zona íntima es más sensible. En esta etapa, se recomienda usar ropa interior de algodón y evitar las prendas ajustadas o sintéticas. Además, es preferible cambiar de ropa interior con mayor frecuencia, especialmente si se usan toallas o protectores diarios.
También existen opciones de ropa interior menstrual que ayudan a mantener la higiene y ofrecen una alternativa más sostenible. Estas prendas están diseñadas para absorber el flujo y mantener la piel seca sin causar irritación, lo que representa un avance importante en la salud femenina moderna.
Dormir sin ropa interior: una práctica saludable