La verdolaga es muy versátil en la cocina y tiene un sabor ligeramente ácido y salado, con una textura crujiente.
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En Ensaladas: Las hojas y tallos tiernos son perfectos crudos en ensaladas. Lávala muy bien.
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Salteados o Sofritos: Se puede saltear como si fuera espinaca o acelga. Se cocina rápidamente.
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Sopas y Guisos: Añádela al final de la cocción para que no pierda todas sus propiedades.
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Batidos Verdes: Una pequeña cantidad añadirá un potente golpe nutricional a tu batido.
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En Conserva: Al igual que los pepinillos, se puede encurtir en vinagre.
Precauciones Importantes
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Oxalatos: La verdolaga es rica en ácido oxálico, al igual que las espinacas o las acelgas. Las personas propensas a formar cálculos renales de oxalato deben consumirla con moderación y preferiblemente cocida (la cocción reduce el contenido de oxalatos).
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Fuente Segura: Asegúrate de recolectarla de lugares libres de pesticidas, herbicidas y contaminación. Si no estás seguro, es mejor comprarla en mercados locales o cultivarla tú mismo. Es una planta muy resistente y de crecimiento rápido.
En resumen, la verdolaga es un claro ejemplo de cómo a veces los mayores tesoros para nuestra salud crecen justo a nuestros pies, esperando que les demos una oportunidad. Lejos de ser una mala hierba, es una verdura silvestre nutritiva y deliciosa que merece un lugar destacado en nuestra dieta.