Durante siglos, el arroz ha sido fundamental en los rituales de belleza asiáticos. No es casualidad: este cereal contiene potentes ingredientes activos capaces de transformar la piel, suavizar su textura, reducir las arrugas y restaurar su luminosidad natural.
Hoy en día, este secreto milenario está dando la vuelta al mundo y la buena noticia es que puedes disfrutar de sus beneficios en casa gracias a recetas sencillas, económicas y totalmente naturales.
¿Por qué el arroz es tan bueno para tu piel?

El arroz, el agua de arroz y la harina de arroz contienen componentes científicamente reconocidos por su eficacia:
Para unificar e iluminar la tez.
Gracias al inositol, a las vitaminas del grupo B y a sus suaves enzimas, el arroz actúa sobre las manchas marrones, las zonas apagadas y la hiperpigmentación.
Efecto antienvejecimiento natural
Sus antioxidantes protegen la piel de los radicales libres, responsables de las arrugas, la flacidez y el envejecimiento prematuro.
Calma y reduce el enrojecimiento.
El almidón de arroz es un potente antiinflamatorio: ideal para pieles irritadas, sensibles o con tendencia a eccemas.
Aprieta los poros y suaviza la piel
El arroz elimina el exceso de sebo, matifica y minimiza los poros dilatados.
Hidratar y suavizar
Sus aminoácidos y minerales nutren profundamente, dejando la piel más suave y tersa.