¡Come más para quemar más calorías! Nuestro metabolismo se acelera cada vez que comemos. Por eso, es mejor hacer de 4 a 5 comidas ligeras al día en lugar de las 2 o 3 comidas abundantes habituales. Además, al distribuir la ingesta diaria de energía, el cuerpo absorbe mejor los nutrientes, evitando así la sensación de pesadez.
3. En lugar de saltarte comidas porque crees que todo lo que comes se almacenará como grasa, podrías pensar que saltarte una comida beneficiará tu dieta. Es justo lo contrario: le estás enviando a tu cuerpo una señal de abstinencia, ¡que contrarrestará con un plan de almacenamiento reforzado! Para evitar esto, puedes comer regularmente y llevar una dieta equilibrada sin dejar de disfrutarla.
4. En lugar de reducir drásticamente tu consumo de calorías (muy pocas calorías al día), lo que puede provocar deficiencias vitamínicas, come según las necesidades de tu cuerpo para asegurarte de obtener todos los nutrientes necesarios para un metabolismo normal. Prioriza las proteínas, así como los carbohidratos complejos y las grasas insaturadas.
¿Qué elegirías y qué estabas haciendo mal al pensar que estabas quemando calorías?