Cuando disfrutas de una jugosa pitahaya, la mayoría de la gente descarta la cáscara sin pensarlo dos veces. Pero, ¿y si esa cáscara—tan a menudo desechada—contuviera un tesoro oculto de beneficios para la salud? Con un poco de esfuerzo, puedes convertir esta parte olvidada de la fruta en una bebida deliciosa, refrescante y rica en nutrientes, o en gelatina. Aquí te contamos cómo hacerlo y por qué deberías empezar hoy.
Por qué la cáscara de la pitahaya merece tu atención
La cáscara de la pitahaya es rica en antocianinas, antioxidantes naturales que ayudan a proteger la piel, los ojos y los vasos sanguíneos. De hecho, las antocianinas son hasta 10 veces más potentes que el caroteno y se han destacado por sus propiedades antienvejecimiento, antiinflamatorias y de mejora de la circulación.
Estos antioxidantes no solo ayudan a proteger la piel del daño solar, sino que también promueven la regeneración de las células retinianas, haciendo que la bebida sea beneficiosa para la salud ocular, especialmente en personas mayores o en quienes sufren miopía o fatiga visual.