Cómo aplicarlo correctamente
Lo ideal es espolvorear una fina capa de café molido seco sobre el sustrato cada tres o cuatro semanas.
No conviene excederse, ya que demasiado café puede compactar la tierra.
Una alternativa es mezclarlo con un poco de agua para regar, creando una especie de “té de café” que aporta los mismos beneficios de manera más suave.
Con este sencillo hábito, las orquídeas se verán más fuertes, con hojas de un verde brillante y flores más abundantes y duraderas.
El café molido no solo nutre, sino que también protege y revitaliza, convirtiéndose en un aliado natural para quienes quieren disfrutar de orquídeas sanas durante todo el año.