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1-2 dientes de ajo fresco.
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Opcional: 1 cucharadita de miel cruda (para endulzar y por sus propias propiedades antibacterianas).
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Opcional: Unas gotas de jugo de limón.
Preparación:
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Pela los dientes de ajo.
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Machácalos con el lado plano de un cuchillo grande o en un mortero. Déjalos reposar 10 minutos. Este paso es crucial para que se forme la alicina.
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Mezcla el ajo machacado con la miel y/o el limón si lo deseas.
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Consúmelo directamente.
Cómo tomarlo:
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Puedes tragarlo como una pastilla con un vaso de agua para evitar el sabor fuerte.
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Para mejores resultados, se recomienda en ayunas o entre comidas.
2. Té o Infusión de Ajo
Ideal para aliviar síntomas de resfriados, dolor de garganta y congestión.
Ingredientes:
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2-3 dientes de ajo machacados.
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1 taza (250 ml) de agua caliente (no hirviendo, para no destruir toda la alicina).
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Jugo de medio limón.
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1 cucharada de miel.
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Opcional: Una rodajita de jengibre fresco rallado (para un extra antiinflamatorio).
Preparación:
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Machaca los ajos y déjalos reposar.
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En una taza, vierte el agua caliente sobre el ajo machacado.
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Añade el jugo de limón, la miel y el jengibre.
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Deja infusionar durante 5-7 minutos, remueve y bébelo caliente.
3. Jarabe de Ajo y Miel
Un clásico para la tos y el dolor de garganta.
Ingredientes: