Despertar sin movimientos bruscos. Aún en la cama, mueva las manos, los pies y el cuello lentamente. Esto ayuda a activar la circulación sin forzar el corazón ni el cerebro.
Respiración profunda sentado Realice 5 respiraciones lentas: inhale en 4 tiempos y exhale en 6. Este ejercicio estabiliza el ritmo cardíaco y reduce el impacto del despertar.
Un vaso de agua tibia con limón favorece la hidratación, mejora la circulación y aporta vitamina C.
Ejercicios suaves de 3 minutos Movimientos circulares de cabeza, hombros y tobillos, sin esfuerzo excesivo.
Media hora de calma. Evita las noticias, la televisión y las redes sociales. Permite que el cuerpo se adapte antes de iniciar actividades más exigentes.
Consejos prácticos para cuidar tu cerebro
Evite levantarse repentinamente : tómese al menos un minuto antes de ponerse de pie.
Mantén un vaso de agua en tu mesita de noche para beber tan pronto como te despiertes.
Retrasar el café unos 20 a 30 minutos después del desayuno.
Integra una rutina de estiramiento suave : no son necesarios más de 5 minutos.
Controle su presión arterial regularmente si tiene antecedentes familiares o ya tiene presión arterial alta.