El caldo elaborado con patas de pollo es rico en gelatina natural, que ayuda a proteger la mucosa del estómago y mejora la digestión.
Aumentan defensas naturales
Los minerales como zinc, fósforo y magnesio fortalecen el sistema inmunológico, ayudando a prevenir resfriados y otras infecciones.
Cómo consumirlas
En caldo tradicional: Cocinadas lentamente con verduras y especias para extraer todos sus nutrientes.
Gelatina casera: Aprovechando el colágeno que se desprende de los huesos y tendones.
Sopas medicinales: Usadas en recetas orientales que combinan hierbas con patas de pollo para potenciar la energía y la vitalidad.
En conclusión, las patas de pollo no solo son un ingrediente económico y versátil, sino que también ofrecen un poderoso aporte de nutrientes. Incluirlas en tu dieta es un remedio natural para cuidar tu salud, tu piel y tus articulaciones, sin necesidad de gastar en productos artificiales.