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Antecedentes familiares de colesterol alto o enfermedades cardíacas.
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Dieta poco saludable rica en grasas saturadas y trans.
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Sobrepeso u obesidad.
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Falta de actividad física (sedentarismo).
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Tabaquismo.
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Edad y sexo: El riesgo aumenta con la edad. Los hombres tienden a tener un riesgo mayor que las mujeres premenopáusicas.
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Diabetes.
¿Qué Hacer? La Prevención es la Mejor Cura
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Hazte un análisis de sangre: Un perfil lipídico es una simple analítica que mide tu colesterol total, LDL ("malo"), HDL ("bueno") y triglicéridos. Se recomienda a partir de los 20 años cada 4-6 años, o antes/más seguido si hay factores de riesgo.
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Adopta un estilo de vida saludable:
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Dieta: Reduce las grasas saturadas (carnes rojas, mantequilla) y evita las grasas trans. Aumenta el consumo de fibra (avena, frutas, verduras), pescado azul, frutos secos y aceite de oliva.
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Ejercicio: Al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana (caminar a paso ligero, nadar, etc.).
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Mantén un peso saludable.
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Deja de fumar.
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Sigue el tratamiento médico: Si tu médico te receta medicamentos (como estatinas), tómalos según las indicaciones.
Conclusión: No esperes a sentir "señales" de colesterol alto. Si tienes factores de riesgo o no te has hecho un chequeo en años, consulta a tu médico y pide un análisis. La detección temprana y el manejo proactivo son tu mejor defensa contra las graves complicaciones asociadas al colesterol alto.