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Lava bien el tomate y córtalo en trozos.
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Licúa el tomate con el agua hasta obtener una mezcla suave.
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Cuela si prefieres una textura más líquida.
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Agrega el jugo de limón al final y mezcla bien.
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Tómalo de inmediato para aprovechar todos sus nutrientes.
6. Recomendaciones de consumo
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Toma este jugo para las mañanas, preferiblemente en ayunas.
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Puedes consumirlo entre 3 y 5 veces por semana.
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Si lo usas con finos depurativos, evita agregar azúcar o endulzantes.
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Acompáñalo de una dieta saludable para mejores resultados.
7. Precauciones
Evite consumir si tiene gastritis, úlceras, reflujo severo o está en tratamiento con medicamentos anticoagulantes. Aunque es natural, sus componentes son ácidos y podrían irritar tu estómago.
Si está embarazada, en período de lactancia o bajo tratamiento médico, consulte a su médico antes de tomarlo con frecuencia.
Conclusión
El tomate con limón es mucho más que un jugo natural: es una fuente de salud. Desde mejorar la digestión hasta fortalecer el sistema inmune y embellecer tu piel, sus beneficios lo convierten en un remedio fácil, económico y eficaz.
Agrégalo a tu rutina semanal y aprovecha todo lo que esta sencilla combinación puede hacer por ti. Tu cuerpo lo notará.