Su vitamina C protege el colágeno que ya tienes y ayuda a fabricar más.
Exprime 2-3 naranjas en las mañanas, agrega un poco de chile piquín si te animas.
2. Cacahuate natural (sin sal ni fritura)
Aporta zinc, cobre y magnesio: el trío perfecto para reparar tejido conectivo.
Un puño pequeño como botana mantiene la inflamación baja y da energía duradera.
1. ¡Huevo! Sí, el ganador es el huevo completo (yema incluida)
Aquí está el alimento que el médico de 97 años pone en el primer lugar.
La yema contiene colina, vitamina D y luteína; la clara es proteína pura de altísima calidad.
Juntos forman un paquete completo para proteger y ayudar a regenerar el cartílago.
Cocido, revuelto con nopales o en huevo a la mexicana: nunca fue tan fácil cuidar tus rodillas.
5 hábitos diarios que multiplican los resultados
- Camina 20-30 minutos en terreno plano todos los días (¡sin pendientes!).
- Estira cuadriceps e isquiotibiales 5 minutos al despertar y antes de dormir.
- Fortalece muslos con sentadillas suaves o elevaciones de pierna acostado.
- Toma agua constantemente: el cartílago es 80 % agua.
- Mantén tu peso ideal: cada kilo de más multiplica por cuatro la presión en tus rodillas.
Laura, de 65 años, de la Ciudad de México, combinó caldo de hueso, dos huevos al día y caminatas matutinas en el parque.
A los dos meses dejó el bastón y volvió a bailar danzón los domingos en la Alameda.
“Pensé que ya nunca volvería a usar tacones… y ahora hasta bailo jarabe tapatío”, dice riendo.
¿Ves? No se trata de pastillas caras ni cirugías.
Se trata de darle a tu cuerpo los ladrillos que necesita para repararse solo.
Empieza hoy: ve a la cocina, saca dos huevos, pon a hervir unos huesos con cebolla y laurel, exprime unas naranjas.
Tu futuro yo, ese que camina sin dolor y juega con los nietos, te lo va a agradecer.
¡Comparte este artículo con esa tía, ese compadre o esa vecina que se queja de las rodillas!
Entre más sepamos, más libres nos movemos.
