Algunas familias utilizan este enfoque como un pequeño estímulo adicional cuando su bebé nace antes de lo esperado o necesita apoyo especial al principio. Gracias a esta suave cercanía, los bebés a veces encuentran un mejor equilibrio: una respiración más regular, el calor estable que les proporciona el cuerpo de sus padres y un contacto reconfortante que puede ayudarlos a sentirse más seguros.
Los profesionales de la primera infancia también destacan que esta cercanía crea un ambiente más cómodo para los padres, quienes se sienten plenamente involucrados y con más confianza.
Una burbuja de amor… y un gesto fácil de adoptar
Lo bueno del contacto piel con piel es que es apto para todas las familias. No se necesita equipo especial ni pasos complicados: basta con que uno de los padres esté presente, una manta ligera y un bebé acurrucado contra el pecho. También permite crear rutinas tiernas, ya sea por la mañana al despertar, al final de la tarde para relajarse después de un día ajetreado o por la noche para crear un momento de calma.
Y, entre nosotros, incluso para los adultos, estos momentos de tranquilidad tienen algo increíblemente relajante. Una verdadera evasión del mundo, donde solo importa la dulzura del momento.
